“La tumbé sobre el sofá y le subí la falda por encima de los muslos. La besé a lo largo del cuello.
-Te amo -dije.
-¿De verdad? ¿De verdad?
-Sí, de alguna manera, sí…”
No hay camino al paraíso Charles Bukowski
Los inicios de la causa penal con número de expediente 61770/20 fueron ambiguos respecto a victima y victimario.
El 11 de Octubre del año pasado una chica de 20 años con un ojo en compota y el hueso y tabique de la nariz rotos denunciaba en la Comisaría 25 haber sido golpeada por su novio marido con el que andaba hacía dos años y era el papá de un bebé que ni mantenía ni había reconocido.
En paralelo ingresaba al hospital un chico de 19 años con varias puntazos, uno en el tórax y cuatro en la espalda, que para el médico de guardia no revestían gravedad. Decía que dormitando después de comer sintió un pinchazo en la espalda y vió a la que reputaba su ex novia con un cuchillo en la mano reprochándole un engaño. Ambos perjudicados se vinculaban al mismo hecho.
Por un neumotórax (aire en los pulmones) Lucas Rodrigo M fue operado y drenado. Un examen médico legal dijo que su vida había corrido peligro. La nariz rota era menos. La historia del masculino, que no incluía las trompadas a la mujer, prevaleció.
La acusación contra ella creció de lesiones con arma blanca a tentativa de homicidio calificado por haber mantenido una relación de pareja.
Con esa carátula llegó a Juicio en la Sala I el pasado Jueves 23 de Julio. Luego de dos jornadas el debate dirigido por el Juez Edgardo Laurenci continuará el Lunes. La imputada Melina R tiene prisión domiciliaria por su hijito. La tercera en discordia en el culebrón es una chiquita de 15 años, nueva novia del padre ausente, contratada para limpiar la casa.