-Si son de la prensa, ya pueden irse por donde han venido- contestó una voz chillona de mujer desde el fondo de la vivienda.
-¡Policía!- Con más motivo aún ya pueden retirarse…
La ley del Talión Yasutaka Tsutsui
Los convictos que salen de la redonda habiendo soñado en mil noches febriles el golpe que los haga millonarios suelen apuntar a la Coca Cola. La han robado muchas veces. Ahora sobre la avenida Fassio y Natalio Roldán el depósito de la distribución de la bebida es vecino a la abastecedora Gaspar otra empresa que los ladrones tienen en la mira. Por las recaudaciones manejan plata fresca todo el día y la seguridad deja que desear. Entramos, apretamos y volamos, debe ser el plan.
Ayer Lunes 29 de Junio a las once de la mañana dos tipos con insospechables barbijos ingresaron decididos hasta la oficina y con una retórica eficiente para el caso, más el apoyo contundente de una pistola nerviosa apuntando al encargado, un hombre de Yrigoyen de 44 años, exigieron: DANOS LA GUITA O TE MATAMOS. No quedaba de otra. En una mochila acomodaron los fajos de billetes que sumaban dos millones.
En la puerta los esperaba un Gol Trend blanco sin chapa patente en la parte trasera. Lo vieron irse hacia la Esquiú. Con la escolta de una moto, según algunos. Menos de dos minutos dos millones de pesos, te dije que era fácil, deben haber festejado.
La Brigada se movió con esos datos más los fisonómicos. Un asaltante morocho, alto, robusto con una lágrima de banda carcelaria en la cara, otro blancón de estatura mediana. Sabían de quien era el Gol (el mismo auto usaron los sicarios de Salta para ametrallar a Laburito Gerónimo en Mayo del 2017), en barrio Mitre habían dos, ambos vinculados con delincuentes.
Lo ubicaron en un hotel de Pueyrredón al final, detuvieron a dos de supuestos cuatro asaltantes y dentro de un tacho negro hallaron oculta la plata.
Identificaron al “Santiagueño” José Antonio Orellana (38), un chango que no termina de salir de la cárcel que ya se pega una asaltada violenta, conocido desde que integraba con 18 años la banda del Lala de Caballito y luego como socio del Dibu Oscar Figueroa (40) doble homicida prófugo muerto hace dos meses en la frontera de Salvador Mazza.
Es reincidente con varias condenas. Cayó ahora con Adrián Rivero. Buscan a sus socios. No les salió tan fácil la jugada.