“¡Diles que no me maten, Justino! Anda, vete a decirles eso. Que por caridad. Así diles. Diles que lo hagan por caridad…”
¡Diles que no me maten!        Juan Rulfo

Entre las miles de millones de cosas y datos inservibles de internet que hoy sirven para bancarse la cuarentena de la peste con corona está el del puente más peligroso del mundo. El honor le corresponde al colgante de Hussaini en Paquistan donde en la mitad del recorrido, si es que llegás claro, podés ver las cadenas montañosas del Himalaya y ser eso lo último que veas antes de resbalar y caer al vacío.

En ese tópico los puentes del barrio Palmeras de Colonia no tienen nada que envidiarle. Bastaría recordar cuando en Julio del 2009 el “Majano” Miguel Angel Valencio (24) fue muerto de un tiro en la frente cruzando el último de la avenida volviendo de un templo evangélico.

Once años después ayer Sábado 21 de Marzo a Rolando Angel Rivaneira de 20 años lo atacaron caminando el puente blanco que conecta al 20 de Junio, unos tipos, dijo, que le taparon los ojos lo machetearon en el cuello y lo tiraron al canal no sin advertirle que se fuera a vivir a otro lado.

Llegó a Orán con un corte feo. Está fuera de peligro. Los de homicidos investigan el asunto. ¿Puentes peligrosos? habemos.