Evidentemente hay un concurso de motociclistas a ver quien se mata primero. Un concurso idiota porque el ganador no puede disfrutar el premio. De otra manera es muy difícil explicar los muertos en dos ruedas que vienen como bola de nieve en el departamento. La promoción permitía sospecharlo. Quién no ha aventurado girando la cabeza que “esos” o “ese” o “esa” se van a matar en cualquier momento.
Moto destartalada, sin luces, sin frenos, borrachos, drogados, a velocidades supersónicas, cargando niños y bebés, sin casco, sin prestar atención, sin bocacalles ni contramanos, significa que te es indiferente morir y que se mueran otros. Por supuesto hay que vivir con esto, nada va a cambiar por una nota estúpida de esta revista, o un regaño paternalista por la radio, ni con mano dura ni blanda de tránsito, ni con el ayatolá Jomeini. Hay que joderse, así somos de indómitos y egoístas los hombres, así es Orán. Lo único seguro en un accidente es que el otro tuvo la culpa.
“¡Qué triste es quedarse uno poco a poco atrás! ¡Qué triste y que desconsolador es encontrarse uno de extranjero en su patria!…”
Las tres tazas José María Vergara y Vergara
A dos kilómetros de Pluma del Pato por la ruta 81 hay una comunidad wichí de trescientos cincuenta personas situada yendo para Morillo a la izquierda. Es Rivadavia de la banda norte del Bermejo. La madrugada del último día del año un auto Palio arrolló en plena ruta a dos muchachos de ahí que iban en una Motomel 110.
Eran para la prensa unos “aborígenes” indeterminados remedando a los Españoles que les ponían de apellido Primero, Segundo o Tercero, de acuerdo a su lugar en la fila.
Los muertos fueron el Paulito Martinez (28) padre de tres hijos y su primo el Ariel “Cucaracha” Amado (27), padre de dos hijos. En el auto iba una gente de Entre Ríos manejando un hombre de 69 años. Dijeron que pasando Morillo los iluminó de frente una patrulla policial creando un cono de sombra que les impidió ver la moto sino cuando ya fue tarde. Los Policías sintieron el estruendo.
La posibilidad que las victimas estuvieran detenidos en medio de la ruta sin luces se explicaba como que los wichís les tienen miedo a las banquinas de noche por la víboras, Raúl, hermano de Paulito, nos dijo que eran macanas, la moto fue chocada de atrás seguramente andando.
No sabe qué hacían ni si estaban machados sus parientes. Tienen nombre. Y derechos.
Lo de las motos es otro cantar, ni hablemos.
