“Le debo mucho. Y a pesar de todo, lo confieso, a veces me gustaría mandarlo de un tiro al otro barrio…”
El puñal Jorge Fernandez Díaz
Hace 69 días un hombre de 69 años era muerto en los confines de asentamientos de la calle Colón al sur (Pompeya y más allá la inundación, dan ganas de agregarle) por su hijo.
Ernesto Tito Pastrana recibía un golpe mortal en la cabeza que le propinaba el Hormiga Mario Ernesto Pastrana (23) un bagayero con el que se llevaba como perro y gato o como padre e hijo en particular por la convivencia en el mismo lote que el alcoholismo del abuelo y la adicción del vástago hacían explosiva.
Se defendía el homicida con que su viejo abusaba de su hija y que lo suyo había sido una lapidaria especie de justicia contra el degenerado.
A esta altura de la Causa nadie le cree. La nenita no tenía nada y la fiscalía ha pedido pronto despacho de un psicológico a la menor para despejar dudas.
Si dijera que el abuelo la tocó Pastrana hijo podría pelear una emoción violenta en el Juicio.
Se lo acusa de parricidio u homicidio vincular que se pena con prisión perpetua. Artículo 80 del Código Penal.