“¿Qué es la vida? Una inmensa lotería, una gran cachimona en que no ganan sino los que juegan con trampa…”
Una botella de brandy y otra de ginebra Juan de Dios Restrepo
Todos estaban absortos en la tele gigante a un costado del estrado. Los acusados en el Juicio de la banda de dealers de la cancha del San Ramón se veían a si mismos en sus recovecos de fumancheros y piperos alegres frente a sus casas yendo y viniendo con la mercadería de la risa fácil y sus tranzas en moto de dame un poco de la buena aletargados por la vagancia y por la ausencia de un porvenir que no sea la de un reventado social.
“Poné Animal Plané!” parecían murmurar por lo bajo divertidos con sus propias imágenes de marginales ni que fueran los actores de Netflix. “Ese es el Fideo”, “ese es Crespo”, “ese que se sienta en la moto es el Jetón” indicaba la fiscal Mónica Viazzi sobre el elenco.
Cuando terminó la serie el Viernes 22 fueron los alegatos. El “Jetón” o “Pelao” Carlos Ariel Arias (25), su hermano el “Crespo” Matías Agustín Arias (23) más el “Fideo” Jadier Fernando Tevez (23), el primero y el último condenados por robo y drogas, todos confesos adictos, eran los acusados junto al “Toro” Daniel Matías Segundo (31) el único al que no se le encontró droga en los allanamientos del 22 de Noviembre del año pasado.
Viazzi por considerar a Jetón Crespo y Fideo asociados para la venta de estupefacientes y por hacerlo en el espacio sacramental del deporte más popular del mundo les pidió siete y seis años y medio de cárcel. Por la duda Segundo salía del entuerto.
El Lunes la Sala I fallaba 5 temporadas por pera para el trío Arias Arias Tevez. Sus actuaciones habían sido muy convincentes.