“…Las manos de mi madre
Saben que ocurre por las mañanas
Cuando amasa la vida
Horno de barro, pan de esperanza…”
Como pájaros en el aire Peteco Carabajal
En las vísperas del parricidio del seis de Enero en el que Tito Pastrana (69) resultó muerto a garrote por su hijo el Hormiga Pastrana (23) en tribunales se dictaba sentencia en un Juicio donde el hijo estaba acusado de matar a la madre con una escopeta pistolón.
Margarita del Valle Brandán (72) había sido alcanzada por un disparo mortal en el pecho el 16 de Junio del año pasado en el barrio Jesuitas de la Colonia durante una pelea de su hijo nieto Daniel Bernardo “Muñeco” Albornoz (23) y su novia Ester Débora Castro (30). Los dos llegaban acusados de homicidio, ella con prisión domiciliaria por sus 5 hijos.
La historia primitiva era que bajo los efectos de Fernet y cocaína Albornoz quiso matar a Castro y la señora se interpuso. En las declaraciones los dos se echaron la culpa: fuiste vos, fuiste vos. El disparo no tuvo testigos directos. Unos amigos que estaban en la chupa habían salido. Fue a boca de jarro.
En la ropa de la mujer encontraron restos de pólvora , en los del novio no. Con eso la Fiscal Carreras pidió la absolución del hijo de la victima y la condena por homicidio culposo (sin intención) a 3 años en suspenso para la novia. Era obvio que no habían querido matarla pero la imprudencia al manipular el arma fue mayúscula.
Para Enzo Gianotti, defensor de Castro, el imprudente había sido el hijo. Antes que Raúl Lopez dictara la sentencia la mujer pidió seguir con domiciliaria, le dieran lo que le dieran. Tiene que cumplir reglas de conducta durante dos años. Ambos se fueron en libertad.