“…Te envío poemas de mi puño y letra
Te envío canciones de 4 40
Te envío las fotos cenando en Marbella…”
Colgando en tus manos Carlos Baute

Digo, me desconecto un rato del celular, de los Faces, de los waps, del Instagram, me desligo del You Tube y los Youtubers, de las fuck news, de las noticias bizarras, del Pornotube que me están saliendo pelos en las manos, y me voy a ver que pasa en la realidad, en la lleca. ¿Qué pasa?. Que están todos colgados, pasteurizados, parapetados en sus celulares, no hay mundo alternativo. Yo me vuelvo, digo, y abrazado a mi Huawei recobro la normalidad.

Me puse a leer una nota de los Fuera de la Ley, esos estúpidos que escriben cualquier cosa, y era de un tipo apodado “Sarungo” que condenaron en la Sala II de Juicio de Orán el Martes primero de Octubre el mismo día y mes que en 1946 sentenciaron a los jerarcas nazis en el juicio de Nuremberg.

Javier Roberto Gramajo (35) venía acusado de vender droga con la cruz de haber estado metido en mil episodios criminales de Caballito más dos condenas por tenencia simple de Paco y abuso sexual. Los de Drogas lograron lo que se dice un “cruce”, es decir pillaron a uno que salía de comprar en su casa de la YPF y Dorrego con una pipa y pasta.
Con eso lo allanaron en Enero pero no tenía cocaína, apenas seis semillas de marihuana. Eso sí secuestraron una balanza gramera y plastiquitos, elementos indispensables de un dealer que se precie.

El testigo muerto de miedo declaró a puertas cerradas y tras confesar que era adicto dijo que hace rato le venía comprando al Sarungo, de a 500 o 1000 pesos de basuco.
El defensor Federico Gil Neuer reparó en el exiguo secuestro del allanamiento. Lo otro eran dimes y diretes.

La Fiscal Monica Viazzi avaló el trabajo de Drogas pidió cinco años de prisión, tres mil pesos de multa y que lo declaren reincidente. El Juez Fabián Fayos le dio la razón.
Falló Fayos. Fayó Fayos. Falló Fallós. Qué gracioso el juego de palabras, lo voy a subir al Face.