“Noche calma sobre el río, sueño trabajo y querer…”
Canción de cuna costera Linares Cardozo
Jorge Luis Maraz, un bagayero de 27 años de Aguas Blancas llegaba a Juicio con Aldo Primucci de Juez unipersonal acusado de lesiones leves agravadas por violencia de género, daños, abuso sexual con acceso carnal, desobediencia judicial y hurto. Un comentario sardónico sería que tuvo suerte. Lo absolvieron por el hurto. Por la otra chorrera de cargos penales le dieron ocho años de cárcel efectiva.
La victima de los delitos era su ex mujer en la etapa que del apasionado romance se pasa a me tenes podrido y del hogar dulce hogar al infierno del Dante. El 11 de Diciembre del 2017 había irrumpido en la casa que ya no era la suya enardecido de celos por unos mensajes con dos celulares rotos en la mano y unos golpes para dejarla quieta “o te hago peor” sacarle la ropa y accederla bajo la ancestral imputación machista de sos un puta y te gusta tener sexo duro con uno y con otro, por no decir que te gusta culiar con todo el mundo, que queda feo y suena procaz. A la salida le rompió los vidrios de la camioneta.
“Era una relación de pareja con momentos buenos y momentos malos” puso paños fríos el defensor Santiago Savoy. La fiscal hizo arder su conducta como un pecado mayúsculo de violencia contra la mujer y pidió trece años. En eso también se podría decir que tuvo suerte. Le dieron cinco años menos. Para la defensa la bronca marital venía de haber sido el acusado pescado por la denunciante teniendo relaciones con una mujer mayor (!!) lo que había desatado un escándalo con la casi pérdida de sus testículos a manos de la engañada. No pudiendo arrancárselos se había vengando con la denuncia. La sentencia se dictó hoy Martes 28 de Mayo. Era el expediente de Sala II 5754.