“La seguía a través del patio de la escuela, tirándole de las trenzas y gritando: ¡Ding, ding!, como si fueran campanas. En esas ocasiones, ella me decía: -¡Te voy a acusar a un policía!…”
Si muriera antes de despertar   William Irish

El Juicio oral y público que comenzó el Miércoles 27 de Marzo contra el albañil Ruben Guerrero (53) natural de Iruya, tuvo, al inicio, dos momentos contrapuestos.
La lectura de la requisitoria era repulsiva. Acusaban al hombre de ultrajar a su hijastra con preversos tocamientos a los nueve años pasando a los diez a violarla directamente. Según la chiquita en la Cámara Gesell (con once años cuando se hizo la denuncia en Septiembre del 2017) la llevaba a hoteles, a unos aserraderos cerca de su casa y a un descampado en el camino a Isla de Cañas bajo la amenaza QUE IBA A MATAR A SUS GATITOS si no accedía. Era para que se pudriera en la cárcel.

Sin embargo al declarar la médica del CIF Karina Ayala que revisó a la menor no constató ni lesiones ginecológicas, ni desfloración, o sea no había sido violada. ¿En qué quedamos?. Era para absolverlo de inmediato. Si la hubiera penetrado estaría destrozada. Tenía dos escotaduras en el himen que eran congénitas y nada más.
El sentimiento a esa altura era de perplejidad para los que estábamos haciendo platea en la audiencia. Los Jueces intentaron arrimar la bocha con un rozamiento que no deja secuelas o un intento fallido pero para la violación el informe médico era incontrastable. Tendrían que creer solo una parte del testimonio de la victima. Aunque dijo que no la hizo sangrar ni doler. La psicóloga adujo no saber de dónde había adquirido la información sexual si no era por esa experiencia traumática.

Había un hermanito que los había pescado en una situación sospechosa en el cuarto. Le había advertido a su madre en una rabieta. Ella la llevó a la clínica, la examinó una obstetra que dijo lo mismo que la médica oficial, que la chiquita no tenía nada. La imputación de abuso sexual simple más ABUSO SEXUAL CON ACCESO CARNAL más corrupción de menores todo calificado por la convivencia y la guarda surgió de la entrevista en Gesell.
Guerrero no declaró. Lleva preso un año y seis meses. Lo defiende el abogado Roberto Ortega.
Con toda suerte ni usted que lee ni nosotros que informamos tenemos que dictar el fallo. Está previsto para mañana Viernes.