“Sola, sola en el olvido
Sola, sola con su espíritu…”
En el muelle de San Blas Fher y Alex González
La “Charito” Carolina Mendez de 19 años vive en la Misión Franciscana de Embarcación. La madrugada del Sábado vino en la ambulancia del San Roque con una puñalada profunda en el tórax, no pudieron preguntarle nada por estar pasada de alcohol. Allá la había dejado en la Guardia un muchacho. Pasó del quirófano a la sala de cirugía. Llamaba la atención que estuviera sola, que no apareciera algún familiar, alguien que se interesara por su estado. Nos dice que es porque no tienen plata, todos son gente muy pobre. Viajar les resulta imposible. Sus papás están en Salta, enfermos, ella vive con una hermana arriba de la canchita frente a la escuela. Tiene una hijita, no hace nada, quiere estudiar.
¿La había herido un hombre?, ¿era un intento de femicidio?, o qué había pasado. La Policía no fue a verla, cuenta, y no sabe como se hace una denuncia.
Fue una pelea de mujeres en el San Cayetano con una conocida de 21 que ya le venía tirando la bronca, ¿por qué?, le preguntamos, ¿por un chango?, y si debe ser, contesta, me he descuidado y ahí de solo estar me ha punteado. Fue en la calle. Sobre la vida sufrida de Charito dan cuenta las marcas de quemaduras de cigarros en los brazos, me he quemado, dice, y agrega “sin querer queriendo”.
Hoy le dieron el alta y se fue tan sola como había llegado con una vida menos. “Lejos de mi vida, sin tener un puerto, ando a la deriva y me dan por muerto” diría un tango. Que hayan intentado matarla no le interesó a nadie. Por ser wichí, por ser pobre, por ser marginal, porque no se enteraron, por qué.