Basados en la afirmación tanguera que veinte años no es nada la Justicia Oranense con febril mirada concluyó que comparativamente ocho meses eran menos que nada y se tomó ese tiempo para definir la carátula de una Causa penal que en una calesita en la que uno tiende a marearse pasó de tentativa de homicidio a ¡lesiones leves! para volver ahora a tentativa de homicidio. Que te abran la cara como campera y te peguen múltiples cuchillazos en la nalga, en el tórax, en la espalda y verifiquen todo tu cuerpo cortajeado con heridas defensivas resultó equiparado con un cachetazo o un ojo en compota.

Sucedió que la victima es prestamista colombiano lo que lo reduce su condición, gracias a la furia xenofóbica que muchos medios alientan antes contra los bolivianos y mañana será contra los venezolanos o cualquier extranjero, a maligno invasor carente de derechos. Y mucho peor que el agresor esté vinculado con familias de plata de Orán y Tartagal cercanas a gente de la Fiscalía de Homicidios que lo liberó inmediatamente con un asombroso y sospechoso delito leve.

“La menor distracción me habría costado la vida, me hubiera clavado el puñal en el vientre. Aún reaccionando con presteza fue difícil para mi eludir tan furioso ataque…”
En el bosque Ryunosuke Akutagawa

El 27 de Junio del 2018 la Policía intervino en un hecho de sangre registrado en la autopista de la 50 cerca de Yrigoyen. A Andrés Giovanni Caicedo Cifuentes (31) un prestamista Colombiano que iba en un Toyota lo había hecho tasajo con un cuchillo carnicero Alejandro Moises (36), un comerciante que explota un drugstore con el nombre de fantasía de “El Padrino”, conocido como moroso nato que le debe a cada santo una vela hundido por el vicio del juego.

Moises huyó en su Cruze al llegar la Policía y luego se presentó para declarar que le debía 600.000 pesos al herido y que se había defendido en una pelea descomunal en la que quiso matarlo. Tenía un raspón en la palma de la mano. Cifuentes contaba que el deudor lo había llamado que le iba a pagar parte de la plata y al encontrarse cada uno en su auto en la ruta se le subió atrás pero no tenía el dinero en la mano sino un cuchillo con el que pretendió degollarlo. Muerto el perro se acabó la rabia, muerto el acreedor se acabó la deuda.

Las extraordinarias lesiones leves volvieron por jurisdicción a Yrigoyen y se hizo cargo la Fiscalía de Pichanal que este Viernes 22 de Febrero cito al “padrino” a una audiencia de imputación por el delito de tentativa de homicidio que elevará a Juicio. Eso si, no lo metieron preso, eso es para los pelagatos como nosotros.