El significado de la conducta de los piperos es tan azaroso como inentendible su jerga de tribu. Supuestamente se comunican, difícilmente estén en condiciones de comprender sentidos.
Esta madrugada el Ivan Alberto “Kolino” Mendez (19), un adicto que tiene caedero en el Mitre, repetía un ataque fallido de hace un año. El 27 de Enero del 2018 hirió con un filo hasta el pulmón a un chico de 16 años del Taranto que la Justicia, a veces tan incomprensible como los idiomas marginales, primero caratulaba tentativa de homicidio para después bajarlo a lesiones graves y después a no se qué que el Kolino salió en libertad para concluir con un homicidio hecho y derecho aquel 364 días atrás y fue con su cuchillo que esta vez acertó en el corazón y puso fin a la vida del “Toni” Gustavo Antonio Quiroz (18) de Pichanal.
Más que por alguna causa definida por un delirio de drogado perdido con tres días de insomnio creyendo que los changos de la moto grande que le daban una mano a su mujercita pechando su moto sin nafta eran rivales de amor, o rivales de alguna cosa, que se acercó en su bici y se hizo de convidarles un trago sacando un cuchillo tan criminal como inaudito en la Constituyentes llegando a Bustamante y si eso era un arrebato tóxico igual fue el de la chica que se fue con él y anduvieron juntos hasta que en la tarde los de Homicidios lo sacaran de abajo de una cama en su casa del Taranto luego que fueron a comprar droga en un sector que hay más negocios de Paco que despensas.
Resumiendo el tipo mató a una persona delante de su novia, o concubina, o lo fuere, a la que hace unos días mandó al hospital acuchillada, y luego se fue con ella a comprar droga como si hubieran hondeado un pájaro. ¿Te ayudo ? le dijeron los chicos de la moto que parece salían de bailar y fue cuando empujaban el vehículo que el Kolino reaccionó violentamente. Lo acusan de homicidio. Secuestraron un cuchillo y reconstruyeron el hecho gracias a una testigo imparcial que casualmente pasaba por el lugar. Su peligrosidad había avisado. La Justicia tenía los ojos vendados.