“Momentos después, mi padre descendía la escalera de su imperio. Era un hombre roto, un rey desterrado que había perdido trono y poder…”
Los pájaros Bruno Schulz
El aspecto descolorido y ruinoso del otrora pomposo cartel de Camila Reynoso en la salida de calle Bolivia muestra su debacle artística arrastrada por la caída aluvional de su promotor y padre el otrora pomposo Juez Federal y escritor Raúl Juan Reynoso. No es una comparativa chismosa si se tiene en cuenta que se procesó a uno de los abogados acusado de integrar su banda de coimeros por bromear con la hermana de un preso “alguien tiene que pagar la carrera de Camila”, alusión que fue tomada como prueba no solo que Reynoso recibía coimas sino que el susodicho leguleyo era su socio.
Es una Causa mediática así que no hay que buscarle la quinta pata al gato.
Reynoso ya está crucificado, morto y sepultado por la maquinaria inclemente de los Medios interesada en un producto vendedor que ha impuesto en todo el mundo. La culpabilidad de Reynoso es políticamente correcta. La propaganda ha convencido hasta a sus amigos íntimos que es un corrupto. Es corrupto y los que no creen en su corruptela son igual de corruptos y los vamos a meter en Cana.
La venganza de un narco, que hoy está con pedido de captura por una carguita que mandó a Corrientes con sus secretarios, prendió y el ansia de notoriedad y de justificar el laburo muy bien rentado de unos fiscales terminó de cocinar el guiso, leasé, cocinarlo a Reynoso, al que le han hecho una Causa por cada una de las decisiones que tomó como Juez.
En la bolsa fueron muchos abogados, no solo sus compañeros de banquillo en el Juicio, María Elena Esper Durán, René Alberto Gomez, su cuñado letrado Arsenio Eladio Gaona y Ramón Antonio Valor, sino otros que fueron “nombrados” en la cruzada. Había que ver si integraban la banda de “¿Quereís la libertad? pasad por Caja”.
En una Causa paralela a la actualmente en debate, la 11195/2014, se sospechaba integraban la “organización criminal” de Reynoso otros dos abogados, un panadero y un carnicero. Venía surtida la cosa. Todos mandaderos del usía desbarrancado. A fines noviembre el Justiciero Juez Bavio, rival futbolero de Reynoso, procesó a tres, quienes, en la zaga de los setecientos cincuenta y siete juicios programados contra el otrora pomposo, ocuparán el banquillo. Los embargó por 600.000 pesos y no pueden salir del país.
Salió ileso el abogado Enrique Javier Romano (48), indagado en el 2015, con una falta de mérito. Se defendió solo. Había tenido el tupé de sacar un preso que otra abogada no había podido, un éxito que su colega no le perdonó: ese debe ser que arregló con Reynoso. También él revoleó crema chantilli a otra colega que le sacó un cliente y logró su libertad “sospechosamente”.
El ex Juez federal de Orán será condenado en Febrero o Marzo. No tiene la menor posibilidad de zafar. Los narcos decretaron su ruina tirándole encima todo el aparato que el representaba. Un camionero pisado por un camión. Los medios tiraran cuetes de júbilo y petardos de alegría y alabanzas a la Justicia y a sus príncipes valientes y la gente acompañará con algarabías de nueva revolución francesa que ha derrocado al rey corrupto. ¿A Luis XVI?. No, al REYnoso. Los fuegos artificiales de los narcos blanquearán la luna al otro lado del mundo. Tienen todo bajo control.