“…Así que…¿te gusto?
El contesta: Sí claro, pero no sé, en fin…
Se miran en silencio. El hombre dice: No te ofendas, pero me gustaría saber ante todo si te sentaste conmigo por razones de trabajo…
La muchacha lo acaricia y le dice: No, bobito, estoy acá porque me enamoré de vos…”
La cita Leo Masliah

¿Estás más solo o sola que un hongo?. O dicho en lenguaje inclusivo ¿estás más sole que un hongo?. Como un cero solo…como un perro lejos…como en un suicidio, dijera un viejo tango. ¿De qué os preocupáis?. Tenés Badoo. Es un época de transición. Pasando de “usar” celulares a “ser celulares”. A reaccionar mecánicamente a lucecitas y pendorchos igual que a hace 500 años a espejitos de colores. Te damos la solución. Te enredamos. Te relacionamos. Te colocamos y te LA colocamos. ¿Querés una mina?. ¿Querés un guacho?. ¿Querés un ambiguo?. ¡TENEMOS!.
Eso si, con la parlanta te tenés que arreglar, mandale un emoticón, un GIF porno, tampoco vamos a andar con vueltas ¿entendés?. Poniendo estaba la gansa. O la ganse. Hay que negociar, nadie te da nada gratis dicen los que saben, si querés celeste que te cueste. A Celeste, a María, a Pancha o a Carlos Alfredo.

El pasado Martes 4 de Diciembre una mujer de Tartagal de 35 años denunció en una sede policial el siguiente entuerto. Conoció por la red social Badoo a un hombre de Orán QUE QUEDÓ EN “PRESTARLE” DIEZ MIL PESOS (??). Hola, cómo vas, bien, me llamo José Carlos, ¿tenés diez lucas?. No era exactamente un diálogo romántico. Dijo que planificaron un encuentro en la terminal. El “prestamista” llegó en un auto la subió encarando derecho al telo de 20 de Febrero y Paraguay. “¡Ohh deténte deténte maldito pedófilo no obtendréis mi cuerpo!”. Yo no te iba a prestar, vos tenías que prestarme.
¿Y la guita?. Parece que el préstamo no se concretó por reticencia de la cliente o porque el precio era excesivo, andá a saber. ¡Violación VIOLACIÓN!! ¡Degenerado DEGENERADO!!.

A la “violadísima” la revisó el CIF. Salió multípara, o sea que había tenido muchos hijos. AL TIPO LO METIERON EN CANA. Un tal Diego. La mujer ejercería el oficio más viejo del mundo. Más vieje del munde. Y buscaría clientes por Badoo. Le debe haber mostrado las fotos de otras minas en bolas al “prestador”, las malas lenguas aseguran que es más fea que pegarle a la madre. A la medre.
Cuidado con el negocio virtual de la soledad. No sea que termines más solo que nunca en un calabozo. Y sin un puto celular para buscar minas por Badoo.