

“Padre santo fronterizo del pasante agradecido
que en tus aguas ha venido a encontrar una ilusión…”
La de Bermejo Daniel Cuevas
Se diligencia ante Interpol la captura internacional de cuatro personas vinculadas a la causa de finca Carina (Karina) que los fiscales federales esperan aprehender antes del 23 de noviembre cuando tienen que definir figuras delictivas.
A quince los suponen complotados para lucrar a través de su playa del contrabando con Bolivia arribado en gomones, de cobrar el ingreso de vehículos y el egreso de lonas a unos trescientos visitantes diarios que dejaban tres millones setecientos veinte mil pesos de ganancia. Dicen “no se descarta tráfico de droga” aunque no tienen procedimientos en ese sentido.


Nada refieren a las visitas de autoridades a la finca y del uso del scanner en la playa para controlar los bultos. Como si de rompe y raja reconfiguraran una actividad permitida en criminal. Sin que medie ninguna modificación.
Hay once detenidos y los cuatro de fichas rojas de Interpol son el dueño de la propiedad Alfredo Salazar (61), su empleado Carlos Rueda Camargo, Benito José Cardozo y su cobrador Rubén René Rosales. Los apellidos Salazar y Cardozo se repiten. Según la investigación son los dueños del negocio. Eran.
