
Dibujo portada Eneas Gomez Bonillo
“Menos averigua Dios y perdona…”
La historia podría comenzar como Don Quijote. Cambiando la data espacial. En un lugar de Salta de cuyo nombre no quiero acordarme atropellaron la madrugada del miércoles a un burrito. En una ruta oscura. Y lo dejaron tirado. Con las cuatro patas rotas. Abandono de asno. Lesiones culposas agravadas por no haberle prestado auxilio a la víctima.
No es ficción como las aventuras del ingenioso hidalgo sino una true story.
Sucedió en jurisdicción del fiscal de Cachi Daniel Escalante un conocido de Orán donde hizo gran parte de su carrera judicial. Hubo una investigación. Se cerró cuando el cura de un pueblo a pocos kilómetros llamó para confesar. Mostró las huellas sangrantes del drama en su camioneta.
Se me cruzó, dijo. Cundieron las suspicacias. La hora. El paraje solitario. ¿Acaso estuviera acompañado y en pecado por eso no paró?.
Al burrito tuvieron que sacrificarlo.
