“Soy un policía, Belle. Después de todo, recibo órdenes…”
Sangre española    Raymond Chandler
En un artículo reciente repasábamos los quince policías involucrados en delitos graves durante julio agosto. Algunos están presos los otros con la espada de damócles sobre su testa.

A cuarenta y ocho horas la situación alcanzó cotas impensadas.

Anoche un agente de Drogas, Humberto Darío Choque (36), mataba de un tiro de reglamentaria en el pecho a su pareja la también agente Erica Adriana Quispe (27) frente a la sede en la que revistaban de barrio Mitre. Luego se suicidaba de un balazo en la sien. Ella era de Estación él oriundo de Isla de Cañas, ambos con hijos pequeños y no más de tres años en la fuerza. Eran pareja. El arma utilizada fue la de la mujer.

En la madrugada por la ruta cinco la Brigada de Pichanal pescaba in fraganti a tres agentes de Infantería (no más de año y medio de antigüedad) haciendo plata en un control trucho. Los polipiratas del asfalto iban detenidos a Embarcación y traídos temprano a declarar. Sabrina Alvarado, Abraham Chosco y Daniel Salva enfrentan cargos de incumplimiento y robo.

En la mañana de hoy la Justicia federal imponía prisión preventiva al sargento ayudante Jesús Antonio Vera como integrante de una organización de narcotráfico y ordenaba su traslado a la cárcel de Güemes. El efectivo trabajó muchos años en aguas blancas y hoy era motorista. El hijo, detenido con doce kilos de cocaína, llevaba su arma en el auto.