
“Escuché el crujido de un hueso y el chico dio un gran grito de dolor…”
Help me! Guillermo Martínez
Medianoche del martes. Desvío de bagayeros del puesto 28. Zona del basural lindera al cerro. Lejos. Avanzan unas sombras en la oscuridad. Gente de Orán va buscar su carga de hojas de coca. Tres desconocidos se les unen. No son del palo. A pesar que llevan bultos. Van en zapatillas con camperas chorizo. Ignoran la profundidad de los canales.
De la nada relámpagos de linternas de gendarmes los ponen en guardia. ¡Gendarmería! ¡al piso! se escucha. Se arma un zafarrancho de soldado que huye sirve para otra guerra.
Los chancheros locales gritan vamos vamos mientras los del trío foráneo sacan de sus bolsos escopetas se dan la vuelta y los balean.
Emanuel C (31) queda tirado con un plomo que le atraviesa el hueso de la pierna. Lo rescatan los verdes no sin antes revisarle la mochila. No lleva droga sino comida necesaria para los imprevistos del monte. Y del oficio.
Tienen que operarlo, ponerle un clavo y podrá volver a caminar le dijeron.
Los agresores, cuenta, se perdieron en la noche.
