Whatsapp 03878-568540

LOS ESCONDRIJOS DE LAS NARCONAVES

LOS ESCONDRIJOS DE LAS NARCONAVES

“—El perro debería dejar de ladrar y hacer ruidos…”
Roog      Philip K. Dick
El segundo día del mes la gente del DICON policial plantó un control rutero a la altura kilómetro 30 de la cincuenta. Venía de la frontera un Fiat Siena que pegó una frenada en la banquina y un volantazo de retroceso levantando una nube de tierra que en la época de los indios hubiera sido una señal de humo de significado evidente. No pudo rajar.

Iba conduciendo una mujer de 31 años de barrio Constituyentes y de acompañante un chango pasero de Yrigoyen. Explicó haber intentado escapar porque no tenía licencia ni seguro. Como a seguro suelen encanarlo los policías con su perro antinarcóticos Black inspeccionaron. En la parte del acompañante, suelo y torpedo, el can empezó a rascar como si fuera a esconder un hueso (marcación activa).

En la parte del motor del aire acondicionado había nueve paquetes amarillos que ni hacía falta usar el reactivo Mistral Cocaine wiper ni que se tornara turquesa para saber que no era polvo de hornear. Nueve kilos ciento noventa gramos pesó la carga.

Era viernes. El lunes en la audiencia de imputación defendida por el abogado Fernando Ruiz a la mujer le dieron prisión domiciliaria por infracción a la ley de droga y al chico lo desvincularon. Lo habían alzado haciendo dedo un trecho antes.

Publicación anterior
POR CELOS CASI MATA A SU AMIGO
Publicación siguiente
PASADOR AHOGADO HALLAN SU CUERPO
Atrás

Widget Support

COMPARTIR

LOS ESCONDRIJOS DE LAS NARCONAVES