“La carrera de mamá en busca del bastón de los castigos…”

Final del juego  Julio Cortázar

El padrastro siempre es el ogro nos dijo hace muchos años en la cárcel vieja al lado de la muni un interno que cumplía once años de prisión declarado culpable de abusar de sus hijastras cosa que él negaba enfáticamente. Es cierto que muchas mujeres temen volver a armar pareja teniendo hijos pequeños.

Un sereno con problemas de alcoholismo fue condenado el viernes a cuatro años y cuatro meses encerrado por intentar acceder a su hijastra que se despertó con el susodicho encima pantalones bajos y el vislumbre repugnante de su pelambre genital.  La madre le tenía recomendado que trancara la puerta cuando el tipo estaba machado. No le confiaba. Aquel día, diez meses atrás, ella la dejó abierta para que entrara el hermano al que le tocó ser testigo impávido del suceso.

Para la defensa era abuso sexual simple.

Durante el proceso el hombre se negó a someterse a un examen psicológico, el de la víctima la describía sumisa con inhibiciones sexuales y afectada de vergüenza y culpa.