
Desde el posteo en Facebook del 9 de noviembre del 2021 “hay personas que llegan y lo cambian todo” hasta el de “me arruinarte la vida Gustavo (SIC)” del 19 de febrero del 2023 la relación entre Nuri Nahir Klimasauskas y el “Ojito” Gustavo Garcia Viarengo fue un cuento de hadas. Un amor entre dos emprendedores, jóvenes, lindos, lleno de viajes, de diversiones, de futuro. Ella hija de una fiscal con su agencia en redes, él dueño de una empresa distribuidora.
El último posteo terminó con la chica cayendo del cuarto piso de la pituca Torre Pizarro donde convivían y el novio recluido en un cuartucho de alcaidía acusado de haberla tirado.
Las treinta fojas de la requisitoria a Juicio signadas por la ideología de género y firmadas por colegas de la madre de Klimasauskas repasa las peleas de la pareja clásicas desde que el mundo es mundo con las sabrosas reconciliaciones y los celos y los reproches y los me tenés podrido y te amo como nunca amaré a nadie en mi vida típicos leídos con la lupa del hombre malvado y la mujer sometida preámbulos de un asesinato.
Perla Viarengo la mamá del acusado salió hace días a reclamar un juicio justo la única cosa en la que deben estar de acuerdo con Mónica Viazzi la madre de Nuri que debe pedir lo mismo. El fallo será justo para una e injusto para la otra.

Adrián Dominguez, el abogado defensor de Viarengo, muestra un arsenal de pruebas periciales que lo hacen inocente. Enfrente va a actuar la representante del archipoderoso ministerio público y el querellante particular de la familia de la victima Matías Adet.
Se había planificado una fecha en abril pero el tribunal solo tiene dos Jueces Rosana Palomo y Aldo Primucci, los demás se inhibieron en catarata. Van a tener que traer un magistrado de Tartagal. Terminó mal el cuento de hadas.
