
“La vida estaba mal y difícil…”
Echando a perder Rubem Fonseca
Diez años de matrimonio, cuatro hijos uno de ellos con síndrome de down, una educación precaria y una miráme y no me toques situación económica, alcohol, machismo, aburrimiento, son datos sensibles en una causa de abuso sexual que se tramita desde el 15 de enero. En esa época ya la denunciante tenía siete meses separada con violencia de género y expediente judicial por maltratos incluido.
Ahora sospechaba que el ex violaba al adolescente down, su hijo, que había quedado viviendo con él. Dijo que lo llevaba a una junta de borrachos y marihuaneros (“fuman tonteras”) y que se mostraba triste y susceptible. Habla con monosílabos y señas.
El examen médico exacerbó la sospecha cuando dictaminó rastros en la zona anal de coito contranatura reciente y antiguo. El padre de 42 años fue detenido.
Sus otros hijos dicen que era bueno con la víctima, lo cuidaba, lo protegía y nunca lo dejaba solo, también que una vez vieron al hermano que se metía los dedos en la cola y lo retaron.
En fin está entre el mejor de los padres y el peor.
Lo acusan de abuso sexual con acceso carnal continuado agravado por el vínculo y la convivencia. Lo defiende el abogado Ramón Saldaño. Su progenie no la está pasando bien era el único sostén de la familia.
Una verdadera tragedia por donde se la mire.
