“Entras al club como a una iglesia…”

Con tinta sangre  Juan Sasturain

Una mujer de 49 años, adicta, en situación de calle, con tantos hijos como causas penales incluida una por homicidio en la que fue condenada y luego absuelta en casación en el 2016, denunció el 23 de septiembre del año pasado haber sido violada. Dijo fue en la cancha del 4 de Junio cerca del hotel Solos. Acusó a los hermanos Betancur, que, mientras el menor apodado Manu (29) la sujetaba con un cuchillo en la garganta, el mayor Adrián Enrique alias “Ranita” la penetraba y le robaba.

Llegaron a juicio alegando que la tenida por víctima se enojó porque no le dieron plata.

A ella estuvieron buscándola dos semanas y no la encontraron.

Con lo que dijo hace un año al Juez Fayos de Sala II le bastó. Ayer mediodía sentenció a los hermanos a ocho años de prisión efectiva y costas.

El tal Ranita (foto portada) cumplió una condena de seis años por robo con arma se fue en el 2015 y volvió según él rescatado de la droga y todo un evangelista. La noche de hecho, sin embargo, confesó haber recaído en la pasta base.