“Olía a pólvora, sangre desecada y whisky rancio…”
El Draft Jesús Ramón Ibarra
La próxima a ser contada es una historia llena de agujeros, no de agujeros en el sentido de lagunas en el relato, de agujeros de bala.
En el paraje El Chorro de Salvador Mazza en mayo del 2018 uno de los pasos narco con mayor actividad mataban a balazos a la pareja conformada por Yanet Chavarría (22) y Raimundo Gareca (33). Detenían como autor a Alan Adriel Imanol Sanchez (29) y como partícipe a Juan Pedro Rodas. Ambos se escapaban en agosto del 2019 del destacamento Alto Verde.
En octubre en Santa Fé acribillaban a tiros en la casa donde cumplía prisión domiciliaria a Emanuel “Pimpi” Sandoval (28) un sicario que había disparado contra el vicegobernador y, supuestamente, a Alan Sanchez el fugado doble homicida por encargo del Chorro. O sea, así se difundió la noticia, habían asesinado a dos sicarios en su ley de fuego.
El domingo, hace dos días, en la tarde, unos gendarmes avisaron al policía de guardia en Chango Más que aquel prófugo no estaba en una tumba como decían sino comprando en el Hiper. Dentro fue demorado por la Brigada.
Es buscado por doble homicidio calificado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas causa del Juzgado de Garantías de Tartagal. Por el número de documento sin lugar a dudas. Tenía más de una vida el sicario.