“Estaba a merced de mi pistola…”
El disparo Alexander Pushkin
Mediante la estrategia mediática de los reenvíos wasaperos en catarata la Policía saca sus trapitos al sol. Mezcla rara de puteríos baratos y denuncias de corrupción dentro de la fuerza. Obvio lo que más entusiasma son los puteríos.
Las proclamas son anónimas y apuntan en general a los altos mandos.
Ahora dicen que en Orán un Comisario homosexual con peso en la jefatura provincial acosa sexualmente a jóvenes subalternos quienes para ser favorecidos con adicionales deben mandarle fotos desnudos con el miembro erecto. O en subsidio ceder a un encuentro pitocúlico.
Dejarlo plantado o engañarlo es no acceder a un adicional en la puta vida. El tipo se ofende y su despecho se traduce en venganzas laborales.
Como prueba publican un chat de diálogos amorosos entre el escrachado y un suboficial donde no faltan las rabietas de celos que me mentiste, que fueron cuatro putas veces, que no te importo e histeriqueadas por el estilo.
En los pasillos azules secretean que todo es verdad pero se tapa por temor. El mensaje viene con rango nombres y apellidos.