“No creo que haya una vibración especial del odio…”
Crímenes imperceptibles Guillermo Martinez
Un episodio de violencia de género que pudo tener un resultado funesto se abortó anoche. Fue en Taranto. Una mujer de 34 años mostraba signos tumefactos de haber sido golpeada brutamente por su ex marido de 37 tras presentarse pendenciero y borracho. Bajo la amenaza taladrante de “te voy a cagar matando” y el ademán de sacar algo de su bolso. La llegada de la ex suegra impidió que el desastre prosperara.
El hombre fue detenido dentro de la casa por los motoristas policiales hallando entre sus prendas una pistola Bersa Thunder calibre 22 con número de serie limado y seis balas en el cargador. ¿El arma con la que pensaba a matar a la mujer?.
Ella dijo que no es el primer ataque que sufre pero si el primero que iba a denunciar. Tienen tres hijos.