“La droga solo me proporciona una cesación transitoria…”
Dagon HP Lovecraft
El dato de una persona que por miedo no quiso identificarse inició un expediente en drogas peligrosas.
Decía que en la esquina de la cancha de los asentamientos Libertad un tal Cristian abastecía al nutrido piperaje de la zona. Los chicos, pichicateados, se volvían plaga.
Hablaba de un vendedor ambulante el “Negro” Cristian Eduardo Figueroa (40) al que, luego de cruzar a cuatro compradores, allanaron el 24 de agosto del año pasado. Le hallaron once gramos de cocaína estirada en 53 envoltorios más el cotillón minorista habitual de plásticos y balanza.
Estos días arregló un abreviado de cuatro años de prisión pese haber declarado que la droga era de su hijastra. Y, además, que la mayoría de los policías que actuaron en su causa están presos o separados por corrupción. Su abogada, Cecilia Barba, logró le sacaran el agravante de vender en inmediaciones de donde se realizan actividades deportivas. Pagará diez mil pesos de multa. Así es la vida.