“Fue cosa de un de repente…”
La cuesta de las comadres Juan Rulfo
Lo ocurrido el tres de junio pasado en la barriada Medalla Milagrosa de la Colonia bien podría ser presentado como ejemplo típico de una tentativa de homicidio para estudiantes de derecho o criminología.
Un chango se sentó a la par de otro y le metió cinco puntazos furibundos en el cuello. Ambos eran adictos de la misma junta y al parecer el agresor Hugo Orlando Gimenez (30) se flasheó con que alguna vez el “Coi” Fabian Alejandro Ruiz (30) lo había amenazado. Las heridas le dejaron a la victima una parálisis de la mitad derecha de la cara donde ya había perdido la vista y la audición de un roscazo con la moto a los 16 años.
No se murió de culo con perdón de la palabra. Gimenez a través de su defensora Cecilia Barba se hizo cargo de sus culpas en un juicio abreviado aceptando pagar con tres años y medio en la cárcel y con doscientos mil pesos billete al herido (resarcimiento) pagaderos en cuatro cuotas por el delito, finalmente menguado, de lesiones graves.
Si no paga se cae todo y tendrá que esperar juicio común por tentativa de homicidio.