“Parecía una manera infalible de duplicar o triplicar el dinero…”
Pesadilla en amarillo Frederic Brown
Coche viajando desde la frontera oranense fija que lleva premio. Lo dicen las noticias diarias de droga secuestrada en controles allende la provincia encastrada en los recovecos más recónditos de los vehículos. Si les va bien vuelven millonarios de chata cero kilómetro y mansión con piscina.
Legiones hacen cola en la fiebre narco. Pequeños y grandes inversores buscan codo a codo la renta gorda de la mercadería prohibida.
En Aguas Blancas la Policía detuvo el fin de semana pasado a un chango, Fernando Flores (19), cargada su mochila con más dos kilos entre marihuana y cocaína.
En Pichanal los del DICON (División de investigaciones complejas contra la narcocriminalidad) le sacaron jugo a una batida anónima y detuvieron el lunes a un Jujeño en una Duster entrando a la ciudad por la calle del cementerio con trece ladrillos (doce amarillos y uno plateado) rebosantes de polvo blanco.
El conductor, Diego Andrés Bahamonde (42), colectivero de Ledesma, había recibido la carga de un dúo motorizado. Quedó preso con causa federal. La cárcel es uno de los destinos posibles del negocio.