“Las pequeñas calamidades continuaban aglomerándose…”
Todos se han ido a otro planeta Edmundo Valadés
Todo Orán es una enorme feria motoquera de vehículos robados o esperando ser robados. Las atracciones de la kermesse motochorra incluyen limado de número de motor, utilización de yugas para reventar tambores de encendido, de armas propias e impropias para el atraco callejero y de un léxico terrorista muy eficaz para mujeres y niños que puede resumirse en ¡dame la moto o te cago matando!.
Cada semana los motoristas azules recuperan de tres a cinco unidades con pedido de secuestro. Sea en puestos de control sea detectando sujetos circular en “actitud sospechosa”.
Entre los últimos detenidos hubo una adolescente de 16 y un chico de 15. Integran las noveles camadas de chorros. Para que el infausto oficio no se pierda.
En la Brigada un preso al que vieron robar una moto que nunca apareció fue noticia porque tuvieron que extraerle del recto el celular que ocultó en una requisa. Un número vistoso para el drama social.