“No había nadie que conociera que siguiera vivo…”
Jam sesión Gabriela Alemán
Domingo. Cinco y media de la tarde. Barrio Mitre calle homónima. En una vivienda allanada varias veces por Drogas Peligrosas y cuyos moradores están o con domiciliaria o intra muros por venta de droga llega un pipero desesperado que se zambulle debajo de una cama temblando. Dice que lo persiguen.
Se lo contará a la Policía la dueña de casa, una chica de 24 años, que lo conoce como “Marciano”. Dos tipos entran detrás con chalecos tácticos, capucha y armas largas. Lo sacan del cogote después de cagarlo a palos. El Marciano desaparece ni que fuera abducido por una nave de extraterrestres.
Investigaciones se hace cargo del asunto. Secuestran una Sandero registrada en el lugar por la cámaras de vigilancia. Del desalojado los amigos dicen que anda escondido por miedo a la Policía y que lo vieron dándole al paco en la madrugada. Lo siguen buscando.