“Ya sabe, señor, que lo único que la gente regala es el mal…”
El anillo Elena Garro
El puestero Sergio Javier “Gallego” Puertas (53) cría animales y hace carbón cinco kilómetros monte espinudo adentro del paraje Santa Rosa en el departamento Rivadavia del chaco al sur del Bermejo. Santos Lugares se llama el lugar.
En estos días afronta un juicio por abusos con penetración y gravemente ultrajantes contra dos chicos wichí de entre nueve y trece años que supo llevar de ayudantes a su propiedad.
Ellos ahora son grandes pero nunca olvidaron aquella terrible experiencia que denunciaron en septiembre del 2021. Desde esa fecha Puertas está preso.
En la primera audiencia declaró que lo acusaban injustamente que los chicos no se quedaban a dormir en la finca, que se vengaban porque dejó de darles madera.
No solo les daba madera, les daba plata, les compraba ropa y les regaló celulares. Pasaban necesidades porque el papá no tenía trabajo.
El Gallego aprovechaba y de acuerdo al proceso se cobraba con sexo haciéndoles hacer de hombre y de mujer. Lo dijeron las victimas ante el Juez.
El hombre es un gaucho solitario que vivió con la mamá fallecida en el 2011.