“Después de haber bebido doce copas y ya frente a la decimotercera, es todo un drama…”
Todos se han ido a otro planeta Edmundo Valadés
La percepción de la realidad del “Zapucay” Héctor Javier Herrera (45) un jornalero del barrio Patrón Costas de Yrigoyen fue premonitoria. Y acertada. Durante su declaración en el Juicio por tentativa de femicidio que se siguió en su contra dijo haberle anticipado a su pareja, prendida fuego con el alcohol que tomaban, “me vas a hacer meter preso digas lo que digas”. Dicho y hecho.
Para el debate llevaba dos años de prisión preventiva. Ella declaró lo mismo que le dijo a todos siempre, que fue un accidente.
Eran una pareja tóxica, marginales que chupaban y se drogaban todo el día con juntas de adictos malandras en casas que eran aguantaderos sin luz eléctrica ni muebles. La mujer (36) dijo que él se fue al baño y ella empapada en el alcohol derramado hizo una chispa con el encendedor queriendo prender un pucho y ardió. Su pareja le tiró un baldazo de agua para apagarla.
Sufrió quemaduras en el cincuenta por ciento del cuerpo. En los alegatos la acusación bajó a lesiones graves en el marco de violencia de género. La fiscal opinó que Herrera quemó a su pareja pero sin intenciones de matarla. El Juez le concedió los seis años de prisión solicitados.
“Yo quisiera que salga” había pedido la victima. El condenado estaba en lo cierto: “digas lo que digas”.