“Más adentro del pecho, se agranda un puñal helado, ardiente…”
El príncipe Oswaldo Reynoso
En el Orán de los crímenes unos se superponen a otros.
En la última audiencia, el jueves pasado, del juicio que se lleva adelante contra dos hombres y dos mujeres acusados de haberse complotado para asesinar al “Chino” Juan Figueroa (29) la noche del 8 de agosto del 2021 declaró como testigo Tamara del Valle Sosa (21) acusada de matar a cuchillazos al Henry Enrique Felix Perez (32) el 24 de octubre, es decir dos meses después.
Sosa, hoy con prisión preventiva, vivía en el 6 de Enero, teatro de los hechos de agosto.
El de Figueroa fue un crimen entre vecinos en la que la victima se presentó borracho y armado con un cuchillo a molestar a una chica de 16 años en una fiesta. Insultó a los familiares arguyendo que no compartían con él y de rabia destruyó el neumático delantero de un camión con el que uno de ellos trabaja.
Eso parece haber suscitado una reacción de sangre. Apareció molido a golpes y con un cuchillo hundido quince centímetros en el pecho incluido cinco del mango de madera.
Los acusados son el Sátiro (35), el Tuky (53) y la “Negra” (37), todos analfabetos, más Cintia una estudiante que hace dos tenía 17 años, parientes cercanos los cuatro.
Reanudan el Miércoles 15 por la tarde.