“Vi brillar a mi desgracia en medio del agua que corría entre las piedras…”
El anillo Elena Garro
Detrás de la propaganda policial del secuestro de siete kilos de cocaína de los asientos de un Voyage en Aguas Blancas emerge una historia singular. Fue la tarde del primer sábado del año.
El auto tenía denuncia de robo desde noviembre y fue su dueña quien avisó que estaba en la terminal fronteriza.
Había alquilado el vehículo por 24 horas y nunca pudo recuperarlo. Ni con una audiencia de mediación logró que el locatario se lo devolviera. Decía que se lo iba a comprar, que lo estaba trabajando.
Y vaya si lo estaba haciendo.
Jorge Antonio Barboza (29) quedó a disposición judicial por infracción a la ley de estupefacientes. Al día siguiente la mujer se presentó con un abogado para que le entreguen su Volkswagen secuestrado.