“Quería rescatar a esos hermanos, a esos enemigos que se querían…”
Preciada puerta      William Goyen
No son tragedias familiares de todos los días pero suceden. Entrañan el enigma de matar (o intentar hacerlo) a alguien querido. Al hermano.

En el departamento un recuento de fratricidios recientes incluiría el de agosto del 2018 en barrio 9 de Julio cuando Diego Javier Flores (22) asesinó a su hermano “Pachamama” de 36 años con un pico de desbastar piedra y hoy cumple cadena perpetua.

El de diciembre del 2019 ocurrido en Los Toldos donde Guillermo Ruiz (40) mató a su hermano Federico de 35 acuchillándolo en una pelea de borrachos. Purga doce años de prisión.

El ocurrido a principios de mes en los asentamientos 4 de Junio resultando victima Agustín Fernando Medina (17) punteado frente a su casa peleando con su hermano Franco (19) a la fecha encausado por homicidio calificado.

Y el del pasado miércoles 14 de diciembre en el que una chica de 22 años, Celeste S, disparó con una pistola 22 sobre su hermana Graciela S de 24 durante una discusión donde se golpeó su hijito de 3 años.

Fue a media cuadra de la base operativa policial Taranto. Las balas alcanzaron el muslo y el brazo de la victima que fue curada y dada de alta. La agresora refirió continuos problemas de convivencia con la hermana adicta y que todo se desbordó cuando hizo golpear a su bebé.

La chica ya recuperó la libertad.