“Nunca había visto así a su papá, no parecía él…”
Pollitos Irene Kleiner
El descalabro de una familia en los suburbios oranenses se materializó con una denuncia penal de un hijo contra su padre el pasado siete de octubre. Con sus 27 años dijo que su progenitor de 61 había cometido unas indecencias de corte sexual contra su hijita de 8 años, la nieta propia.
El desastre llevaba madurando una semana luego que la pequeña contara que el abuelo le tocaba los pechos y le había metido la mano en la “paloma” causándole una hemorragia. “La abuela lo retó feo” le dijo al papá. La criatura no tiene a la madre porque se suicidó.
Enojado por las acusaciones (falsas según él) el abuelo los mandó a mudar de la casa y allí el hijo fue a la Policía.
Resultó detenido e imputado de abuso sexual gravemente ultrajante mientras se sustancian las pruebas. El abuso sexual infantil intrafamiliar califica como una de las formas más extremas de violencia.