A principios del siglo pasado, en 1905, (cien años no es nada), por inspiración del en aquel entonces Comisario José Gregorio Rossi, se instrumentan en la argentina los prontuarios. Registros de ciudadanos involucrados en delitos. La sistematización venía de la mano del “Fray Mocho” José Alvarez, quizá el primer periodista de crónica policial de estas pampas que terminó siendo designado Comisario en 1886 y puso énfasis en centralizar toda la información disponible de personas poco recomendables “para guiarse en el laberinto de nuestro bajo fondo social”, decía, con una prosa que delataba su origen literario. En esa época no eran chabones de cuarta como nosotros los que escribían en los diarios, eran Roberto Arlt o Jorge Luis Borges, por nombrar dos literatos leídos y admirados en el mundo entero. Para los policiales usaban seudónimo, Borges fue Sauli Lostal, fue Bustos Domeq, fue B. Linch Davis, por ahí el anonimato en las notas rojas te salva de las puteadas en la cara. Putean a uno que no existe. Estaría bueno para las redes sociales destinadas a que cada cual descargue su furia contra todo, se descogote insultando, se abandone a la ira, a la amenaza, al escrache, contra ese que firma las notas de Fuera de la Ley, Carlos Salvador Bilardo de Guemes. Qué tal como están todos.
“Siempre había alguno que contaba los tiros de los ratis y cuando llegaban a cien sin victimas humanas ni sacras, cumbia, porro y cerveza…”
La virgen cabeza Gabriela Cabezón Cámara
El abultado prontuario de un chango del Mitre, el “Bebote” o “Guazón” Hugo Héctor Castillo (32) lo tiene preso una vez más luego que en la peligrosa zona del pasaje Sargento Cabral y Constituyentes atacó a un repartidor con un cuchillo para llevarse un cajón de cerveza el Sábado 8 de Septiembre. El trabajador se jugó resistiendo el robo sin entregar las birras. Pudo costarle caro. Le fue bien. Castillo, en esa zona, numeral de junta de piperos, es más conocido que la ruda. Pulula desde que salió con condicional en el 2014. En la Justicia sus registros prontuariales dan cuenta de tres condenas, la primera por robo de dos años y seis meses, la segunda de un año por hurto calificado y una tercera por robo en despoblado y banda y tentativa de homicidio por lo que lo sentenciaron a seis años de cárcel. El nuevo lance en el rubro delitos contra la propiedad se caratula robo calificado por uso de arma en grado de tentativa. La Fiscal Mariana Torres maneja la acusación. Ha rechazado un arreglo de seis meses por robo simple propuesto por la defensa oficial.
Antes de los prontuarios se ensayaron listados de sospechosos con fichas de cuatro secciones: nombre y apodo del sujeto en cuestión, edad, nacionalidad, rasgos físicos y signos distintivos, entradas policiales y causas y condenas en la justicia, modos de vida y grados de peligrosidad. El registro apuntaba a hacer visibles a los sujetos que, viviendo al margen de la ley, se disimulaban en la sociedad, luego vino el recurso de la fotografía y la identificación dactiloscópica (Todo es Historia – Historia del género policial en la argentina Ed 474 Enero 2007). Con su hoja completa de delitos el Guazón está más cerca de ser declarado reincidente que de volver a la calle.