El de hoy fue un día signado por la violencia. O sea un día normal, común, repetido, acostumbrado, habitual para los habitantes del noreste salteño.
A las ocho de la mañana en la Sarapura y Chaco de Caballito un hombre tirado con la cabeza sangrante apuraba la presencia de una patrulla. Se trataba de Andres Alejandro A, un cordobés de 36 años, alcanzado por un piedrazo en catapulta.
Había llegado buscando al ladrón que una hora antes le había robado la cartera con noventa mil pesos a su madre en el Milagro. Los vecinos dijeron que lo acuchilló sufriendo la venganza sumaria a cascote de su barra pipera.
A una cuadra hallaron al herido sentado en una silla debilitado por la hoja del cuchillo que le quedó metida en la espalda, del lado izquierdo, debajo de la axila. Fue identificado como Juan Alfredo Mendoza de 19 años.
Ambos contendientes fueron internados en el hospital.
Unas horas más tarde a las 14.36 otro hombre era reportado inmóvil sobre las piedras de la calle fusilado de un balazo en el pecho. Era en la esquina de calesita vértice de los barrios Mitre, San Antonio y Madereros de la Martín Fierro y Mitre. ¿Novedades en la city?. Ninguna. Lo de siempre.