“Una sola vida basta para cometer muchos errores…”
Estaré esperando Raymond Chandler
Fue el último día del año 2016 en esa hondonada de tobogán de la ruta 50 pasando Peña Colorada altura kilómetro 59 finca El Sevilar. Nueve de la mañana. Dos vehículos que circulan en sentido contrario impactan uno con otro. La vida de sus ocupantes nunca volverá a ser la misma.
Al volante de una Nissan Navarra va el Tarijeño José Luis Loayza Rodriguez (29). Estudia Comercio Internacional en Bermejo y viene a Orán a visitar familiares. Por el otro carril en dirección a la frontera viajan cuatro personas en un chevrolet Celta Spirit. Van a hacer compras a Bermejo. Maneja José Luis P lleva de acompañante al dueño del auto Héctor Marcelo Armas de 80 años y detrás a la esposa embarazada (37) más su hijito de un año.
Rodriguez se tira a pasar una catramina con bagayos en la subida precipitando un escenario de fierros retorcidos, humo y gritos de auxilio. A consecuencia del accidente muere el octogenario y nueve días más tarde el niño. Los demás quedan seriamente lesionados. Hay más. A los ocho meses nace el hijo de la señora accidentada con síndrome de Moebius, un patología que el CIF establece se deriva directamente de las lesiones de su madre en el siniestro. El recién nacido es una victima más.
A casi cinco años de proceso el Juicio comenzó el pasado Miércoles 29 de Septiembre en la Sala I. Loayza Rodriguez se presentó con su defensor el abogado Diego Quintana. Están fijadas tres fechas de audiencia. La acusación es doble homicidio culposo en accidente de tránsito agravado por conducción imprudente y antirreglamentaria de un vehículo automotor, lesiones graves culposas (matrimonio) y lesiones gravísimas culposas (bebé) en concurso ideal. Si es hallado culpable la pena no sería condicional.