“El farol temblaba en el cielo ceniza caído sobre el pueblo. Cuando vino la policía, dieron vuelta al cadáver, dejándolo cara a la llovizna…”
La esquina     Juan Carlos Ghiano

A un año y un mes de haber matado a cuchillo a un chango que como un caballero quería ayudar a la novia con la moto el “Kolino” Ivan Alberto Mendez (20) se sentó en el banquillo de la Sala I a cargo de Raúl Lopez.

Además del homicidio del “Toni” Gustavo Antonio Quiroz (18) se lo juzgaba por apuñalar en la pierna a la mismísima novia Karina C dos meses antes.

Arrastraba ya una condena en suspenso de tres años de Mayo del 2018 por dejar a un chico de 16 años tajeado al borde de la muerte. Le desglosaban la evasión de la subcomisaría 9 de Julio producida a menos de sesenta días de estar preso. O sea tenía deudas criminales para hacer dulce.

Interrogado después de la requisitoria dijo no recordar cuando había nacido, que vivía con la abuela, que apenas tocó la escuela lo expulsaron, que no sabe leer ni escribir si bien aprendió a garabatear su nombre, que hizo changas de ayudante de albañil y que es adicto al Paco y al vino.

Planteado por las partes, la fiscal y el defensor, un arreglo de juicio abreviado por doce años de prisión dijo que se hacía cargo de lo que había hecho y aceptaba la pena. Lopez le explicó que a los doce se les sumaban los tres anteriores y a los quince resultantes se restaba el tiempo que estuvo detenido en ambos asuntos. Antes de refrendar el acuerdo el Juez dijo que quería escuchar a los familiares de Quiroz cosa prevista para las nueve y media de hoy Martes.

Las opiniones de las victimas no son vinculantes, el Juez puede tenerlas en cuenta o no. En el caso de Lopez recordamos en Marzo del 2019 cuando en el homicidio de Justo Cisneros (21) ocurrido en el barrio Salamanca de Pichanal para las navidades rechazó el acuerdo de ocho años para los tres acusados tras escuchar la encendida protesta del abuelo de la victima.

Hoy también escuchó llorar a la mamá y al hermano de Toni a quienes la pena les parecía exigua. Ellos son del Jesús de Nazareth de Pichanal, eran tres, quedaron dos, “era un chico bueno” dijeron. Contó la madre que ese día vino a poner un piso a Orán y ella lo autorizó a quedarse para ir a bailar. Tras el parlamento Lopez rechazó el acuerdo y el caso pasará a otra sala para un nuevo juicio.