“La muchacha se acostó muy cerca de él, escrutándolo con los ojos ligeramente desviados mientras le desabotonaba la camisa. Dámaso comprendió que ella había estado bebiendo en serio…”
En este pueblo no hay ladrones Gabriel Garcia Marquez
La Inquisición de género liderada en Orán por la Fiscal Filtrín no se detiene ante nada. Tiene su infantería de psicólogas que le dibujan violadores a troche y moche para su cruzada contra el patriarcado de siglos. Hace bien. Las órdenes de los de arriba son claras: hay que condenar violadores so pena de perder los privilegios de sueldos millonarios, autos último modelo y viajes por el mundo, que, por supuesto, vamos a garpar los ciudadanos con cara de estúpidos entre quienes nos visualizamos en primera fila. Los Jueces que han osado absolver a tipos acusados de abuso sexual se las han visto negras con el rechazo de sus fallos en Salta. Ojo, que no estamos jodiendo.
Hay que agregar en la insoportable extensa lista de monstruos justamente condenados por la gracia de la ideología a Federico Fernando Lopez (36) un técnico electrónico de barrio 17 de Octubre cuya hijastra dijo en Mayo del año pasado que la había recontra violado mil veces usando preservativo para no dejarla embarazada desde sus once añitos (tenía 13) agregando que desde los seis le tocaba los pechos y las piernas. Estaría echada a perder pobre chiquilina.
Se hicieron tres revisaciones en el CIF de Orán, la de la anatomopatóloga y legista Marta Gomez decía que era virgen lo que contradecía a una adolescente ¡horror!. Todo el mundo sabe no puede mentir solo que seas un retrógrado machista capaz siquiera de imaginarlo. Entonces la vieron dos médicos del CIF de Salta que dictaminaron NO PRESENTA DESFLORACIÓN NI EVIDENCIA DE DESGARRO. Lo increíble en este juego de empleados públicos es lo burros que son algunos o la manera que juegan para la corona. Otra médica antes que fuera a Salta dijo que tenía desfloración de vieja data con escotaduras. La única explicación es que vió lo que le pidieron que vea. O que la ciencia y la adivinación son la misma cosa.
La victima había mentido de una manera extraordinaria y no solo eso sino que fue a retractarse mil veces que lo había hecho porque odiaba al padrastro. No es que decía una cosa disparatada. Decía algo que correspondía con la prueba.
Niente. Mongo. Ni loco. Vas a ser violador así tenga que pasar por sobre tu cadáver. Mentía sí pero la parte de las violaciones reiteradas no que el tipo la tocaba de niña. Había una solución para la Inquisición. Abuso sexual gravemente ultrajante y calificado por la guarda por convivir y por todo lo que encontraron en el código Penal. Diez años de prisión. Que pase el que sigue.