Un agente de tránsito, tras labrar actuaciones en un accidente frente a Gimnasia y tiro, justo en la esquina del Pasaje Sargento Cabral y Laprida, entre un auto Corsa gris y una moto, se mostraba perplejo por la droga que había quedado tirada en torno a la Honda Biz roja, decía que era la primera vez que veía la marihuana, y del enorme cuchillo carnicero que portaba su conductor que había sido llevado inconsciente al hospital. Fue el Miércoles 8 a la tarde. La conductora de 32 años del Corsa que iba por su mano había visto aparecer como un fantasma al motociclista que escapaba enloquecido de la Policía.“Nuestra sola respuesta es el furor. No hay justicia posible. No hay paz razonable…”
Bar del infierno         Alejandro Dolina
La historia había empezado con otra chica de 28 años, temprano. A Teodora le habían robado la moto en la calle Belgrano. Denunció que la había visto en torno a una barra de piperos de esquina en barrio Mitre que no se animó ni a acercarse. La Policía, entonces, llegó al lugar y en medio de la desbandada general vio a uno que se montaba en la moto y rajaba con el motor pasado de revoluciones para la Constituyentes. El ladrón con la patrulla detrás fue doblando para donde su delirio le indicaba cruzó la Constituyentes, cruzó la Pizarro, y embocó el pasaje para estrolarse a la salida e ir derecho a terapia como un pronóstico de ruleta rusa y un consigna al pie de su cama. No se sabía quien era hasta hoy. Solo que tenía todo el cuerpo pigmentado de tatoos tumberos.
Se identificó Lucas Tomas Paz de 26 años. Es un chango que salió hace poco del Penal por un robo en barrio Aeroparque. Evoluciona en la Guardia, lo que significa, si lo trasladaron allí, que su vida ya no corre peligro. Los cargos en su contra y si queda detenido o no es decisión de la Fiscal que interviene.